sábado, 25 de mayo de 2013

Una vida estancada


Amigas, ¡no hay otra forma! Con el mal, no hay término medio. Es cortar por la raíz para que muera.

Luz y oscuridad no se mezclan. El bien y el mal no son amigos.


¡Es sí o no! Más o menos no existe. No se puede combinar las dos cosas.

¿Hasta cuándo quedarás encima del muro sin decidir? Esto es atraso de vida.

Se corajuda, determinada, y toma la decisión correcta.

El asunto es el siguiente: o te tiras de cabeza en la fe, o no te tiras de ninguna manera. Es como cuando yo voy a entrar en la playa o en la piscina y sé que el agua está helada: es un drama. Primero las manos, después mojo la nuca, después coloco los pies, y  poco a poco voy entrando lentamente … Y así se retrasa  la vida de aquellas que no tienen coraje de lanzarse. Lleva tiempo que se liberen, lleva tiempo para cambiar, lleva tiempo para ver resultados. Esto por el simple hecho de ser indecisas, llenas de miedo y recelosas de todo.

¿Quieres librarte de esa vida estancada?

¡Agárrate de los principios del bien y aborrece el mal! Sin miedo, ¡tu vas a vencer y la vida va desestancarse!

“El temor del Señor es aborrecer el mal” (Pv. 8.13)

Nanda Bezerra

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