Batman Malo

Él representa al hombre más encantador de la ciudad y su manera de hablar tan dulce derrite a todas. El príncipe encantado está de ojo en ti muchacha. Tú lo presentas a todas tus amigas y se jacta del encuentro romántico que los dos tuvieron. Ahí, cuando menos te lo esperas, te deparas con una decepción más en tu vida. La dulzura de él no fue nada además que un medio de manipularte como si tuviera algo en sus manos para después simplemente aplastarlo y echarlo fuera.

¿Te diste cuenta la forma en que reaccionó, se comportó, y te miró en el momento en que fue descubierto? Esos fueron los pocos raros momentos en que la máscara de él se le cayó y fue revelada la verdadera identidad del “Batman malo”. Él dejó de ser dulce y atento y pasó a ser defensivo, agresivo, irritado y nervioso por el hecho de haber sido descubierto lo que él escondía tan cuidadosamente.

Existen miles de “batmans malos” por ahí. Ellos pueden parecer ser un amigo, un novio, un marido, un niño, un profesor, un policía y hasta un pastor. Andan por ahí pensando que tendrán éxito si continúan usando la máscara con la que viven. ¡Que ridículo! Las mentiras tienen patas cortas, ellas no van muy lejos y siempre tropiezan. No importa cuán buena la persona sea mintiendo, ella nunca será lo suficientemente buena para salirse con la suya.

El engaño es el amo de esta época. Las personas entran online y allá se revelan cómo todo, menos como realmente son. Sus nombres, estado civil e intereses cambian dependiendo de aquello que forma parte de su máscara. Un “nerd” blanco de 13 años dirá que es un gangster de 19 años, saliendo con una actriz porno, ganando su primer millón vendiendo drogas. Este es el mundo en el que vivimos, donde puedes ser malo y enorgullecerse de ello.

Ten cuidado, el engaño está al acecho de nuevos miembros, personas que no quieran ser ellas mismas y que estén dispuestas a hacer de todo para ser lo que no son, inclusive, nadie percibe a las batgirls, dígase de paso, son cada vez más popular.