¿Has notado que todas las mujeres se comparan las unas con las otras?
Ahí está el motivo por el cual las mujeres son sentimentales… Porque no miran a lo que es justo, sino a aquello que más les agrada.
Por eso envidian, tienen celos, se sienten incapaces, inferiores… ¡y la lista continúa!
No existe nadie igual a nadie. Siempre encontrarás a alguien con cualidades que te gustaría tener, pero eso no te da motivos para sentirte inferior y no valorarte.
Entonces, ¿qué debo hacer para valorarme más?
El valor está precisamente en lo que es justo y verdadero.
Se tú misma. Habla de lo que crees. Sobre tu experiencia de vida, porque solo así transmitirás algo sincero, y no de apariencia.
Muchas veces la razón por la que las personas no son sinceras es justamente porque se comparan. Y en medio a este enredo de sentimientos se frustran.
¿Qué es justo?¿Qué te conviene?¿Cómo debes proceder?
Son estas las preguntas que debes responderte, para “compararte” a la justicia.
Y así, cuando uses la fe, Dios actuará, ya que es algo racional y no basado en sentimientos.
Porque si te fijas…. Dios no oye sentimientos, sino la fe; la inteligencia.
Cuando hablamos de inteligencia, nos referimos a lo que nos hace evaluar, pesar y medir las consecuencias de nuestras acciones.
Piensa en eso, amiga lectora.
Viviane Freitas
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