Parece mentira y si te preguntan dirías que no, pero muchas veces envidias y tienes resentimientos con tu pareja y no te das cuenta…
¿Vistes cuando él llega después de un día agotador y se sienta en el sofá para mirar la TV, pero tú aún estás en la cocina preparando la cena?
¿Cuándo el sábado a la mañana, él regresa de una caminata y tú te quedaste cuidando a los niños?
¿Cuándo él duerme tranquilamente durante toda la noche, pero tú te levantaste varias veces porque el bebé estaba llorando?
Estos son unos pocos ejemplos en medio de tantos que suceden en el día a día de un matrimonio.
No saber lidiar con esas situaciones y sentimientos, ya llevaron a muchas parejas al divorcio. Claro que no es sólo una, sino una acumulación.
Envidiar la posición de él en la familia no es el camino correcto.
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