¿Ya vistes cuando entras en una tienda y la vendedora te atiende con mala cara?
Miren, parece contagioso, es como si aquella mala onda pasase para ti.
Sin embargo, cuando la vendedora te sonríe y es amable, terminas comprando hasta lo que no necesitabas.
Ahora te pregunto: ¿De qué manera has recibido a tu esposo al llegar a casa?
¿Y al levantarte a la mañana?
¿Cómo lo atiendes cuando te llama al celular?
Nanda Bezerra
No hay comentarios:
Publicar un comentario