lunes, 20 de mayo de 2013

La maldita carencia

Yo estaba carente… Mira bien YO estaba carente.  Debido a eso comencé a darle oídos al maldito corazón y  a darle lugar a esa falta, y así crié un enemigo…


Él era malo, no me daba atención. Pasaba mucho tiempo sin decirme cuán linda era o estaba, no me daba cariño, no me abría la puerta, no me daba un regalito, no me daba flores hacía mucho tiempo, nunca me llevó el desayuno a la cama, no me llamaba durante el día para decirme que me amaba, y la lista así seguía…

¿Fui la única que se sintió así? Estoy segura de que muchas de ustedes se sienten identificadas  y hoy estaba pensando en esto…

En mi debilidad, eché en las manos de otra persona el hacerme feliz. Esto no es justo para la otra persona ni para mí misma, y al mismo tiempo, también es muy peligroso, pues perdemos el control de nuestras vidas. Este control queda en las manos y actitudes de otras personas, y debido a esa debilidad, la cosa se pone aún peor, pues cada actitud del otro es analizada por nosotros con grandes detalles. Comenzamos a hacer comparaciones, a recordar el pasado y entonces el diablo hace una fiesta.

Piensa bien, mira para tu vida, ¿estás pasando en esto? ¿Le has dado a tu esposo la carga de hacerte feliz? Es ahí que comienzan los reclamos. Es aquí que la relación se desgasta. Es aquí donde reina el peligro.

Pero Nanda, yo doy, doy y doy todo el tiempo. ¿Es mucho pedir que él me de a cambio?

Estoy de acuerdo contigo, no es mucho pedir. ¡Pero él no da! ¿Qué podemos hacer?

¿Vamos a taladrarles la cabeza hasta que abran la puerta del auto? ¿Para que den regalos? ¿Para dar flores? ¿Para dar cariño? ¿Para dar atención?

Ok, entonces, después de que reclames y el haga las cosas, ¿sabes lo que va a decir el corazón?

¡Él no lo hizo de corazón! ¡Tuviste que decirle para que él hiciera estas cosas! ¡No fue su iniciativa propia!

Fue ahí que yo me di cuenta de la jugada del corazón y con él, no hay como ganar. Solo perdemos. Para ganar, el asunto es retirarlo de la ecuación. Arrancar esas emociones y no echarle a nadie el poder de hacernos felices. Estos pensamientos, son trampas emocionales para debilitarnos y atormentarnos, y así, además, destruir relaciones.

Estas cosas que generalmente vemos en películas no son las que determinan el amor de un hombre por una mujer.

El tema es vencer esto. Estos pensamientos y esa carencia. Solamente usando la razón, solo usando la fe inteligente.

Nanda Bezerra

1 comentario:

  1. Buenas tardes!!...muy buen articulo, y es verdad no hay que dejarse llevar por el corazón porque el no se hizo para pensar ni luchar sino simplemente para sentir, lo ideal es usar la razón.
    Bendiciones

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