sábado, 18 de mayo de 2013

Escondidito…


Estas cositas dulces, muchas veces alegran mi día. Mi perro en particular me ayuda hasta a aliviar la tensión.

Este de la foto es Arthur, y le gusta jugar al escondite, ¿lo encuentras? ¡Mira que yo tardé en encontrar esta cosita!

¿Y sabes a quién más le gusta jugar al escondite?


A los traumas, tristezas y resentimientos.

Ellos quedan allí dentro de ti escondidos, si no los buscas, si no revuelves, no encuentras, muchas veces crean raíces tan fuertes dentro de nosotros que es difícil arrancar.

Estas raíces se tornan la razón de muchas de nuestras actitudes y reacciones erradas, por eso vale la pena revolver e ir al fondo para encontrar lo que está en la oscuridad. Por experiencia propia, yo sé que hacer esto no es agradable, pero es necesario, incluso para que tú misma entiendas tus propias reacciones.

Piensa en esto…

Nanda Bezerra

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