lunes, 4 de febrero de 2013

Confía...

Hola Sra. Nanda, siempre quise enviarle mi testimonio , pero hace poco  hablé con una esposa de pastor que me contó algo acerca de una joven que está enfrentando el mismo problema que yo enfrenté, entonces pensé: “tengo que escribirle”.

Bueno, así como muchas jóvenes de la iglesia, y del mundo, siempre tuve el deseo de ser feliz en la vida sentimental.  Vengo de una familia destruida (hablaré más acerca de esto en otra oportunidad) y estaba llena de complejos. Uno de los peores era mi estatura, ¡detestaba ser alta! Era la más alta en la escuela, entre mis primas, amigas, en el trabajo, en el ómnibus, ¡creía que era la más alta del mundo! De niña sufrí acoso escolar por esto, ¿se lo puede imaginar?: jirafa, poste, etc. ¡Era horrible! Pensaba que era una enfermedad, que nunca iba a dejar de crecer… ¡Qué exagerada era!

Cuando me convertí tenía casi 15 años, la estatura dejó de incomodarme, a pesar de ser más alta que todos los muchachos, tenía la fe de que Dios tenía a alguien preparado sólo para mí.

El tiempo fue pasando y parecía que esa persona nunca llegaba. Me puse ansiosa y comencé a dedicarme más a la iglesia, a los estudios y al trabajo para suplir la falta de mi otra mitad, no quería pensar en el tema y es exactamente esto lo que me gustaría compartir con todas las personas que lean este mensaje.  Dios es perfecto y si permanecemos firmes, confiando en su promesa, en el momento exacto (no cuando nosotros queremos), él nos va a bendecir con nuestra media naranja, con el empleo o cualquier otra cosa que queramos. Sólo tenemos que confiar en Él. A veces miras a tu alrededor y ni te puedes imaginar de qué manera va a suceder, no te preocupes, ¡eso no es tu problema! Haz tu parte y confía en Él.

Cuando dejé de preocuparme y confié, ¡listo! ¡Llegó mi bendición! Conocí a mi marido a través de un amigo en común. Él estaba en Inglaterra y yo en Brasil. Conversamos algunos meses por carta y teléfono. Él vino para Brasil para resolver sus documentos y nos conocimos personalmente. Fuimos a ver al Obispo y él bendijo nuestro noviazgo, después de 2 años nos casamos, ¡¡¡el 12 de febrero del 2012 cumplimos 7 años!!! Somos tan diferentes y al mismo tiempo tan iguales, nos complementamos, y a pesar de no haber tenido nunca un ejemplo de familia en casa, hoy somos el ejemplo porque el Señor Jesús está con nosotros.

¿Recuerdan el tema de la estatura? ¡Yo mido 176cm y él 198cm! Él estaba al otro lado del mundo, ¡jamás lo hubiera imaginado! Tal vez no veas tu bendición todavía pero quizás esté más cerca de lo que imaginas, o al otro lado del mundo, ¡no importa! ¡Simplemente confía!

“Encomienda al Señor tu camino, confía en Él, y Él actuará”. Salmos 37.5

Hasta la próxima, Paula Gomes

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