“¿Qué es lo que las mujeres quieren, además de flores, cruceros románticos y tarjetas de crédito?” – Amigo.
Respuesta:
Las mujeres quieren ser valoradas y amadas. La Palabra de Dios define la principal responsabilidad del marido para con su esposa:
“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella…”, (Efesios 5:25).
O sea, el amor de Cristo por la Iglesia es usado como padrón a seguir. Nuestro modelo de amor para con nuestra esposa no debe venir de películas, libros, padres, parientes o amigos. Nuestro referente es el amor de Jesús por nosotros. Un amor marcado por la entrega de sí mismo, sacrificio, cuidado y renuncia – no por la emoción.
En cuanto al hombre, él debe ser equilibrado, seguro en todos los sentidos. Para proteger y cuidar a su esposa, debe ser fuerte, pero de una manera correcta. No puede ser indefinido: en un momento quiere una cosa, en otro quiere otra. Si él es inmaduro, irresponsable y no muestra liderazgo firme, puede tener certeza, ella va a terminar tomando la delantera.
(*) Retirado del blog del obispo Renato Cardoso
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