Algunos dicen que es importante que la pareja tenga hijos pronto, para formar una familia y así todos se desarrollan juntos. Otros creen que el matrimonio necesita un tiempo antes de tener un hijo, para fortalecer los lazos. Sin embargo, ¿hasta dónde tener un tiempo a solas fortalece la relación entre ellos con la familia?
Según la psicóloga Cristiane Pertusi el sentido común que dice que una pareja solamente debe tener hijos después de dos años de casados. “Es en los dos primeros años que comienzan a fortalecerse como pareja, eso significa tener una buena comunicación, desarrollar objetivos en común y aumentar el interés por el otro.”
Otro factor importante que la pareja desarrolla en esos primeros años a solas es la creación de reglas solo de ellos. “Cada uno viene con su historia familiar y deben llegar a un acuerdo sobre cómo llevarán la vida de a dos. Esa negociación no es explícita y se dá naturalmente”, completa Cristiane.
Para ella, esas nuevas reglas son parte del proceso de maduración de la pareja. “Primero ellos se desprenden de la familia de origen, después crean nuevas reglas y un nuevo padrón de comunicación. Es por eso, que ese tiempo para estar solos es importante, cualquier interferencia extra puede influenciar la vida de la pareja y eso no sucede solamente en relación a los hijos, sino también a los padres que no quieren perder espacio en la nueva vida de su hijo.”
Cuando un hijo llega
Claro que hay un momento en que la pareja puede desear tener un hijo. “Cuando eso sucede es importante que logren mantener la identidad como pareja, para tener una estructura familiar concreta”, explica la psicóloga.
Para que se mantenga esa identidad generada hasta el momento es necesario que ellos separen tiempo para estar juntos, aún después de tener un hijo. “Deben mantener la intimidad, tener placer en la compañía del otro, cultivar la comunicación, hablar de los temas de adultos, tener detalles a diario para conquistar al otro, así como en los primeros años de la relación. Se necesita atención entre la pareja, pues el 70% de las separaciones suceden cuando los hijos son pequeños”, enfatiza Cristiane.
Es importante destacar y recordar que el contexto familiar comienza con dos individuos, desde el momento de la concepción hasta el nacimiento del hijo, y también termina de a dos. “La familia comienza como pareja, después llega la etapa de los hijos pequeños, la adolescencia, la juventud, la edad adulta, luego la etapa del nido vacío, donde los padres sienten la salida del hijo de la casa, y quedan dos nuevamente, como pareja”, enseña.
Es por eso que es importante mantener esa base de vida conyugal. “Aun después de ser padres es necesario aún mirarse, encontrarse. Con la pareja más unida es posible darle soporte a los hijos en cualquier etapa en que ellos estén, porque las parejas que viven bien en la intimidad y tienen esa complicidad serán ejemplos para los hijos, en relación a sus elecciones conyugales del futuro.”
Consejos sobre cómo mantener la vida conyugal
Para lograr tener una vida de a dos incluso después de los hijos, es necesario que ambos alimenten la relación. “Se necesita sorprender al otro, arreglar un día para estar juntos, ir al cine o viajar, tener una cena romántico, ir a los lugares que iban cuando eran novios, escribir cartas, en fin, hay mucho que se puede hacer, basta querer”, finaliza Cristiane.
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