miércoles, 28 de agosto de 2013

Cuando perdiste el control…

La ansiedad es un sentimiento que tiene varias ramificaciones. He percibido esto al vigilarme y analizarme. Veo que existen cosas que ni nos damos cuenta que hacemos cuando estamos ansiosas y una de ellas es bien peligrosa, pues más adelante nos va a causar complejos, inseguridades y meterse profundamente con el autoestima de la persona.


Cuando estamos ansiosas, eso quiere decir dominadas por aquel sentimiento, actuamos  sin percibir ni pensar. Entonces, ¿sabes lo que sucede? Ya está, terreno perfecto para el diablo.

No sabes ni siquiera la razón, pero te sientas frente a la TV y parece que el monstruito de Gremlin está controlando y comienzas a comer todo lo que tienes delante. Sin darte cuenta allá va el pote de helado, el paquete de galletas, la caja de chocolate… Si estás en casa, rondas la cocina cada 5 minutos, abres todos los armarios hasta encontrar algo para comer. Quieres comer algo, ¡pero no sabes qué!

Es como aquella musiquita molesta… Comer, comer es mejor para poder crecer… Es verdad, pero crecer para los lados.

Cuando te das cuenta, ya entraste en un círculo vicioso, en donde comer te alegra, da confort y es el centro de tu diversión. Ya ni tienes placer en arreglarte o comprar ropa, pues ahora todo te queda muy apretado. Mirarte al espejo entonces, ni pensarlo. Da tristeza ver los rollitos saliendo por arriba, por los lados, colgando…

¿Y saben que más? Sólo tú puedes librarte de estos sentimientos. De nada sirve hablar que no puedes, sólo lo logramos si queremos. Si quieres, ¡puedes! Pero tienes que reaccionar, actuar y ser determinada. Tienes que ser radical y arrancar ese sentimiento de raíz.


¿Estás ansiosa? ¡Toma una actitud hoy!

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