miércoles, 12 de junio de 2013

Amor Propio

Yo tenía 15 años cuando imploré a mi padre que me dejara salir con un chico. Él insistía en decir que sólo después de los 20…Entonces un día ese muchacho que me gustaba vino y se lo pidió a mi padre, que para mi sorpresa permitió.

Más o menos un año más tarde y completamente apasionada, descubrí que él me traicionaba a diestro y siniestro, incluso delante de mis amigas, que por “pena” de mí nunca hablaban nada…Mira, el corazón se me hizo pedazos. Fue una de las peores sensaciones que ya tuve. Usted se siente sin valor, una nada, una basura.

En la hora de rabia, ni lo pensé dos veces, le llamé y terminé por teléfono con él, pero inmediatamente después vinieron un montón de pensamientos del tipo: “Pero yo lo amo tanto… Y si le doy una segunda oportunidad…

Pero al mismo tiempo, dentro de mí, algo mucho más fuerte me hizo vencer todos esos sentimientos…

Algo llamado amor propio.

Él me pidió que volviéramos varias veces, pero me mantuve firme y, mientras más las amigas y familiares hablaban que yo no iba a resistir, más decidida permanecía.

¡Nunca volvimos!

Amiga, ¿cómo usted puede decir que tiene a Jesús y no tener amor propio?

Mujeres y niñas hoy no se dan el valor que merecen y por eso viven frustradas, sin amor e infelices.

Por favor no confundan eso con orgullo, no tiene nada que ver. Necesitamos amarnos.

Si él la traicionó, acaba con esa relación lo enamoro, no tuvo consideración, quien está perdiendo es él.

Confíe en sí misma, en su potencial, no se mire como una mosca muerta!!! De ninguna manera.

Venza los pensamientos y las dudas del diablo y para adelante. No voy a decirla que no va a doler, pero va a pasar y después usted va a ver de lo que se libró. Necesitamos amarnos como nuestro Señor nos ama y darnos el valor que Él nos da.

¿Cómo usted puede aceptar migajas en una relación, mientras su Señor tiene una mesa entera preparada para usted? ¡Eso no tiene sentido!

Usted necesita valorarse, amarse, creer en su potencial y, sobre todo, creer en su Dios.

Hoy mismo, usted dejará de hacer comentarios negativos de sí misma. A partir de hoy, usted nunca más repetirá frases del tipo: “¡Qué burra soy! ¡No consigo hacer nada bien! ¡Nunca voy a conseguirlo!” O cualquier otra de ese tipo.


Recuerde: “Todo lo puedo en aquel que me fortalece”.

Nanda Bezerra

1 comentario:

  1. Muchas gracias x este consejo, era justo lo q necesitaba...

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