De niños adorábamos ver los dibujos de súper-héroes.
Las niñas soñaban con “Superman” para salvarlas.
Los niños soñaban con ser “Batman”, con aquel disfraz y el “Batimóvil”.
La realidad fue siempre así, las niñas admiraban al súper-héroe, y los niños querías ser admirados como uno de ellos.
Con la madurez y el matrimonio las cosas no cambiaron mucho, ellos aún necesitan sentirse admirados.
Esto, para mí, fue una revelación increíble. Estaba esperando siempre un elogio, una palabra, una mirada, pero raramente hacía lo mismo.
Creo que pensaba que a él no le importaba, hasta que leí eso en un libro y comencé a practicar… ¡Wow!
¡Qué importante que es! ¡Qué diferencia hace en la relación!
Si no demuestras admiración por tu marido, este es el momento de comenzar…
Si a ti te gusta un elogio, ¡a ellos también!
“Amor, quedas tan lindo con esa camisa”
“¡Qué bueno aquello que dijiste!”
“¡Eres tan inteligente!”
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