Sergio y Silvana estaban casados hacía tres años y tenían mellizas, sin embargo, debido al maltrato psicológico se separaron. “Con mis hijas nos fuimos, inicié una demanda judicial por alimentos. Las agresiones, gritos, denuncias policiales y humillaciones por parte del papá de las nenas aumentaban cada día. Entonces acepté una invitación para ir a la Universaly comencé a luchar por mi vida económica para mantener a mis hijas y para tener paz. Puse todo en las manos de Dios porque la justicia no me daba respuestas.
Cinco años pasaron y mi ex-esposo estaba cada vez peor, se sentía atormentado, fracasado, depresivo, estaba desempleado y endeudado, escuchaba voces que lo llamaban, había intentado formar otra pareja pero fue una relación tortuosa que lo llevó a intentar ahorcarse dos veces. Una noche acudió a mí en busca de ayuda y lo invité a la Universal. A la semana de participar en las reuniones se bautizó, dejó de fumar, se volvió diezmista. Yo comencé a ver cambios en su carácter y le di otra oportunidad.
Nos casamos nuevamente, todo cambió, tenemos nuevos proyectos, aprendimos que sin la presencia de Dios fracasaríamos y todo esfuerzo sería en vano.
Estamos juntos con nuestras hijas de la mano de Jesús, agradecemos cada día esta gran bendición que nos llenó de paz y alegría, con la seguridad de que estando con Dios tendremos éxito en todo lo que nos propongamos.
Ellos concurren a la IURD de Mendoza ubicada en Rioja 1448
No hay comentarios:
Publicar un comentario