martes, 11 de junio de 2013

¿Cómo dejar de sentir?

Los sentimientos son como una avalancha: comienzan siendo pequeños y van rodando, y pueden llegar a tomar proporciones terroríficas.

Sentimos miedo, sentimos rabia, sentimos alegría, sentimos timidez, inseguridad, culpa, tristeza, y demás… Sentimos, sentimos y sentimos. ¿Y entonces? ¿Qué hacemos con tantos sentimientos?

No existe receta mágica. No hay cómo dejar de sentir (quisiera yo), pero podemos impedir avalanchas. Podemos decidir que estos no tomen proporciones gigantescas  ni permitir que nos sofoquen o saquen de las manos de Dios el control de nuestras vidas.

Nuestro problema no está en sentir, sino en dejar que los sentimientos o emociones tomen el control.


El uso de la fe inteligente en estos momentos es primordial. Esta es nuestra arma principal; nuestro cañón de lucha contra los sentimientos.

Nanda Bezerra

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