miércoles, 8 de agosto de 2012

¡Yo te odio! ¿Quieres casarte conmigo?

Nadie se casa por odio. Todo el mundo se casa por amor. Al menos es lo que todos dicen. Yo nunca oí hablar de alguien que odiaba tanto a una persona que quería casarse con él o con ella. Entonces, si el 100% de los matrimonios son hechos por amor, ¿por qué más del 50% de los matrimonios terminan en divorcio?

Puede haber muchas razones, pero una cosa siempre será verdad: el amor emocional no consigue sobrevivir en el matrimonio; sólo el amor inteligente puede.

El amor emocional está limitado a los sentimientos, sensaciones y experiencias agradables. "El me hace sentir tan especial... Estoy segura que será un buen esposo". "Ella es tan hermosa... este es el tipo de mujer que siempre quise tener".

El amor inteligente ve más allá de los sentimientos. Él usa la razón, no la emoción, para elegir a un compañero de por vida. Y cuando surgen los problemas en el matrimonio, el amor inteligente los resuelve usando - usted adivinó - la inteligencia.

Sólo el amor inteligente puede decir: "Él me hace sentir tan especial, pero no puedo confiar en él porque a veces miente. No va a funcionar. Voy a romper esta relación"." Ella es hermosa, pero muchas veces ella coloca a los padres antes que a mí. Ella es el problema. No puedo casarme con alguien así".

Sólo el amor inteligente consigue mirar para un problema matrimonial con la cabeza fría, resistir a las reacciones emocionales, y hacer lo que es necesario para resolverlo.

El amor inteligente produce sentimientos verdaderos y saludables, pero, nunca está sujeto a ellos. El amor emocional depende de los sentimientos y cree que ellos son el propio amor.

¿Quiere ser feliz en el amor?

Use su cabeza, no su corazón.

Obispo Renato Cardoso.

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