Para el psicoterapeuta y sexóloga de la Universidad Federal de São Paulo (UNIFESP) Mara Pusch, tales relaciones deben ser tratadas con mucha cautela. La pareja que quiere preservar la imagen profesional debe imponer reglas y límites.
"Es necesario mantener la discreción. Evite los cafecitos o besos apasionados en la entrada del edificio. Sobre todo, en este entorno, usted representa un rol profesional y una corporación. Por tanto, es importante velar por la imagen", aconseja la experta.
En el caso que uno de los dos ocupe un cargo de liderazgo, la precaución debe ser doble. "Cualquier actitud hacia la amado (a) generará desconfianza por los funcionarios, ya que siempre parecerá que es a causa de la relación y no de la responsabilidad", destaca Mara Pusch.
La situación requiere de mucho más equilibrio cuando la compañía no admite relaciones amorosas. La especialista dice que lo mejor cosa a hacer es comunicar a los superiores. Para evitar que lo sepan a través de otros funcionarios. "La verdad siempre es beneficiosa. También demostrará madurez y capacidad de negociar, ya que la vida privada va más allá del trabajo".
Manténgase atento
• En caso de peleas, nada de reconciliaciones con muchas flores, recuerde que ambiente es de trabajo y nadie tiene que saber en qué estado está la relación;
• Evite correos electrónicos, pequeñas notas o sobre nombres en este ambiente, esta actitud puede crear problemas y malos comentarios;
• Trate de mantener la relación afectiva fuera de las horas de trabajo, sólo en el entorno social;
• El enamoramiento no puede (o debe) perturbar el desarrollo profesional;
• Evite las ausencias o conversaciones durante la jornada laboral. Sin duda, nadie verá que los temas tratados son profesionales.
• Trate de seguir las normas de la empresa para evitar complicaciones.
• Nada de escenas de celos, eso es perjudicial para ambos.
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