Quién nunca hizo promesas de amor eterno y no consiguió entender cómo la relación perdió el encanto y el sentido. Esto tiene una explicación. Según la psicóloga Alice Lewi, un amor verdadero puede terminar, porque nada en la vida es para siempre. "Una cosa que tiene sentido en una fase de la vida, en otra puede no tenerlo. El hecho de que una relación termine, no quiere decir que el sentimiento no fue verdadero", explica ella. Es importante entender que el amor hace parte de una de las fases de una relación. "Son etapas distintas, que se desarrollan: la pasión es la primera fase, donde la persona se queda pensando en su compañero durante todo el día, tiene aquella ansiedad por verlo. Se apasiona por la proyección que hace de la relación, por la idea de lo que puede ser, y eso es un proceso natural. Mientras que el amor es la segunda fase, cuando la relación se mantiene y existe la posibilidad de conocer a la persona que realmente es el otro, en vez de quien se imaginaba previamente. Es en esta fase que se comienza a admirar, se quiere compartir y convivir a pesar de las diferencias", dice la psicóloga.
Para Alice, el amor no es arrebatador como la pasión y hace posible vivir juntos, por eso es importante saber cómo mantener la relación. "Cada relación es única, lo que tiene sentido para uno puede no tener sentido para el otro. Una relación amorosa, como cualquier otra, necesita ser cultivada".
En el amor, no puede sentirse acomodado, pensando que ya conquisto a su pareja. "Es necesario dar atención, tener un interés genuino, dar cariño, estar al lado, ser cómplice. En la rutina, debe encontrarse tiempo para estar juntos, solo los dos, y aceptar al otro como es", enfatiza.
El siguiente pasó
Romper una relación amorosa es siempre doloroso para ambos. "Cuando las personas se apasionan por alguien, invierten en la relación, y cuando eso termina, en general, es doloroso para ambos, aunque no parezca. Puede ser llamado como un pequeño luto, porque todas las expectativas que se colocaron en la persona necesitan ser retiradas, y esto es un proceso doloroso", señala Alice.
La ingeniera química Paula Cerqueira, de 28 años, dice que ella pasó por el término de un noviazgo y pensó que nunca más saldría de ese momento de dolor. "Yo lo amaba, pero él ya no más. Rompió el compromiso conmigo tres meses antes del matrimonio. Perdí mi vida, no salía de casa durante semanas y sentí aquel dolor por mucho tiempo. Hoy estoy saliendo con alguien más y me doy cuenta que todo ha sido positivo, porque crecí y tuve que mejorar muchas cosas en mi comportamiento, para no sufrir nuevamente".
Para la psicóloga, es importante dar el siguiente paso después de sufrir una decepción amorosa. "Hay personas que se quedan atrapadas en este proceso y no consiguen pasar la fase del sufrimiento. Con el tiempo, reflexionan sobre todo lo que les llevo al rompimiento, inclusive lo que ellas también hicieron mal pudiendo madurar y fortalecerse. Hay que abrirse a lo nuevo, porque negarse a esta posibilidad implica una gran pérdida en la vida de cualquier persona".
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