Cuando usted se pone un calcetín que tiene un agujerito, es verdad que nadie lo ve porque como el pie está dentro del zapato se queda bien escondido. El problema es que usted sabe que tiene el calcetín roto y eso le molesta, si por algún motivo necesita quitarse el zapato, la verguenza será grande.Lo mismo sucede con las cositas malas que la persona va amontonando en su interior, como odio, malos ojos, celos, envidia. Está en el interior, escondidito, nadie lo puede ver, pero ella sabe que todo eso está ahí dentro y le incomoda.
Pues sí, tarde o temprano todo eso va a exteriorizarse, va a aparecer en su vida por medio de los frutos, y por lo tanto, vendrá la verguenza.
Sólo existe una manera de evitarlo, no permita que esos sentimientos ocupen espacio en su corazón. Solamente piense que todo eso le va a perjudicar espiritualmente y será un tropiezo para su vida.
“Bienaventurado el hombre que siempre teme a Dios, pero el que endurece su corazón caerá en el mal.” Proverbios 28:14
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