Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado. Sino que en la ley del Señor está su delicia,
Y en su ley medita de día y de noche.”, (Salmos 1:1-2). Los malos son los que le dan un consejo contrario a la Palabra de Dios, por ejemplo, usted hombre conoce un amigo en su trabajo que traiciona a su esposa. Él te dice “andá a vivir la vida”. Si usted quiere un consejo, búsquenos a nosotros pastores, de preferencia casados. Entonces, ante cualquier duda, no busque consejo de los malos.
Si usted tiene un problema en la vida sentimental, en su casamiento, si es casado, el primer consejo es siéntense y conversen. Aprendan a adaptarse a escuchar lo que el otro no quiere, para que pueda cambiar y mejorar la relación.
Si usted está solo y va a conocer a alguien, conózcalo bastante antes de estar con él o ella, salgan durante varios meses, para que puedan conocerse, para que cuando se casen no digan, “Cuando lo conocí no era así”.
Recuerde, aquel que escucha al Espíritu del Amor “Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,
que da su fruto en su tiempo,
y su hoja no cae;
y todo lo que hace, prosperará”, (Salmos 1:3).
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