miércoles, 21 de noviembre de 2012
Una lección de humildad
Arriba de sus tacos con plataforma.
Cabello impecable.
Las uñas maravillosamente bien hechas.
Un vestido simplemente lindo, que caía perfecto.
La cartera, ¡ohhhh, un sueño!
Pero algo estaba mal en la imagen, algo estaba arruinando toda la belleza del conjunto… El Orgullo.
Ella miraba a los que estaban a su alrededor como si fuesen pececitos en un acuario, la manera de tratar a la vendedora decía mucho sobre ella. La joven tan amable parecía su esclava!
Estaba dentro de la tienda, pero mantenía sus gafas estilo Tom Ford.
Caminaba alrededor de la tienda con postura recta, nariz arriba y la linda cartera en uno de los brazos cuando de repente…
…Abajo ella fue…
Debe haber tropezado con algo y cayó de forma muy poco elegante…
El cabello estaba ahora parado, dos uñas rotas y las gafas oscuras volaron hacia el otro lado de la tienda.
Sus ojos estaban llenos de lágrimas, y su rostro lleno de vergüenza.
Fue tan embarazoso que pensé, en el lugar de ella, hubiera fingido un desmayo!
Algunas personas que estaban más cerca, corrieron a ayudarla, y ella ahora parecía más humana y humilde.
No se lastimó, a no ser por las uñas, la única cosa que realmente estaba herida era su ego…
Esta historia es apenas una ficción, pero cuántas veces somos como esta señora?
Pensamos que tenemos todo bajo control, olvidamos todo sobre Dios y creemos que podemos hacer las cosas por nosotras mismas, por nuestra fuerza, entonces los problemas suceden y nos vemos tan pequeñitas y humilladas, vemos que no somos nada…
A veces, suceden problemas en nuestras vidas, para mostrarnos que somos orgullosas y, tal vez, para darnos una segunda chance de cambiar y comenzar de nuevo…
Nanda Bezerra
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