Miras a tu alrededor y, simplemente, no ves a nadie que pueda ser parte de tu futuro.
Miras a tu marido, y lo ves tan lejos de ser aquel hombre que tanto sueñas.
Miras las circunstancias y no te son favorables, y piensas… “¡Sólo un milagro!”
Cuando hablo de mi ejemplo, de mi matrimonio, de mi marido, piensas… “Quién pudiera…”
Hubo un día en que yo también miré a mi alrededor y todo era incierto. Circunstancias nada favorables. Yo también pensé “Sólo un milagro!”
Y saben qué?
Yo tenía un sueño, pero luché, y mucho, por él.
Lloré mucho. Fueron muchas oraciones y actitudes de fe.
El milagro sucedió!
Sabes lo que esto quiere decir?
No importa tu situación, o las circunstancias, lo mismo sucederá contigo! Ten tu sueño y lucha por él, aunque parezca que no hay forma. Con e, actitud y perseverancia. Receta infalible.
Yo creo! Y tú?
Nanda Bezerra
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