El ratón...

Ya conoces al ratón afortunado –infeliz?

Pues bien, mira al afortunado…

Vivía angustiado y con miedo del gato de la casa. Dios tuvo pena de él y lo transformó en gato.

Enseguida, el infeliz, comenzó a tener miedo del perro de la casa, y por eso, Dios lo transformó en pantera!


Miren qué maravilla!

Tú que piensas?

El afortunado infeliz, aun siendo pantera moría de miedo del cazador, pero a esta altura Dios lo miró y lo transformó en ratón nuevamente, y dijo:

“Nada de lo que haga por ti te ayudará, tu coraje es el de un ratón”.

Las oportunidades están siempre golpeando la puerta, es necesario tomarlas con todo coraje!

Hay momentos en la vida en que necesitamos tirarnos de cabeza, no da para un término medio o darle espacio al miedo.

Miren cómo estamos rodeados de muchos miedos:

Miedo a equivocarse.

Miedo a que no salga bien.

Miedo a no logarlo.

Miedo a que nos digan “No”.

Miedo a sufrir.

Y muchos otros…

La elección es tuya, solo ten cuidado para que un día no despiertes y percibas que te gusta mucho el queso y que vives en una casita muy pequeña  en el borde de la pared.