martes, 13 de noviembre de 2012
El "pero" que disminuye...
Dice un proverbio japonés que, cuando todos estaban elogiando el plumaje del Pavo Real, los pájaros protestaron: “Pero miren sus patas”.
El envidioso es siempre aquel que arruina placeres.
Aquel o aquella que siempre tiene un “pero” para disminuir al otro, como si lo bueno del otro lo hiriese o disminuyese su yo.
Cuando tenemos ganas de decir un “pero”, es mejor pensarlo bien: por qué quiero mostrarme diferente, contradictoria?
Hay algún motivo plausible, o es sólo para manifestar mi partecita de envidia, de malestar?
Nanda Bezerra
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