jueves, 25 de octubre de 2012

Víctima de injusticia


Tu frase de siempre:

“Me decepcioné porque no hicieron correctamente lo que deberían haber hecho conmigo”

¿Sabes por qué te quedaste así? ¿Decepcionada?”


Yo te lo voy a decir:

Es que te quedaste esperando la benevolencia de los otros, y cuando esperamos algo de alguien, sentimos dolor cuando ese alguien no satisface nuestras expectativas.

¿Sabes lo qué es eso?

Es un sentimiento tan pequeño, que solo nos impide, y que acaba siendo un pecado, es decir, ¡un verdadero infierno dentro de nosotros! Cuando esperamos algo de terceros, nos volvemos como los mendigos, que suplican por las limosnas, ¡qué en nada contribuyen para nuestro desenvolvimiento!

Se consciente de una cosa: Todos nos equivocamos y si esperamos perfección de alguien…estamos “enroscados”, entonces nunca vamos a progresar, y lo peor es que ¡nos quedamos con traumas! ¡Y juzgamos a todos de la misma forma!

Siempre que te lanzas en esta decepción, te sumerges en un sentimiento, que solo tiene tendencia a quedarse enraizado dentro de ti, y que permanece en una situación idéntica a la que ya viviste… persiste. La prueba es que cuando estas delante del problema no consigues sobrepasarlo y ¡te quedas como una momia inerte!

Tal vez digas: Pero lo que siento es real…yo fui realmente “maltratada”.

¿Sabes aquella película que se queda en pausa en una escena “dramática”? Así es la situación en que se encuentra tu vida.

De esta forma nunca vas a cambiar…

Los demás tocan el barco para adelante, ¿y tú?

¡Vas a quedarte estancada en el tiempo! ¿Alimentando esas ideas mezquinas?

En lugar de “engordar” esos sentimientos, echando las culpas a otros, ¡debes arrancar por la raíz ese tormento que solo te bloquea y te impide ser feliz en la vida!

Viviane Freita

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