El mensaje "¿De qué tiene miedo?" parece haber tocado un nervio en muchas personas. Entonces voy a extenderme un poco en el tema. Una lectora preguntó:
¿Y si yo enfrento mis miedos y sale mal? ¿Qué garantiza que todo va a salir  bien? Por favor, ¡quíteme esa duda!
¿Y si al atravesar la calle mañana un carro la atropella?
¿Y si su patrón decide que ya no le necesita más?
¿Y si su banco quebrara con todo su dinero?
¿Y si la comida que usted comió hace poco estaba contaminada?
¿Y si su casa se quema con todo adentro?
¿Y si la persona que usted más ama se muere?
¿Y si el gobierno de su país decide que usted es una terrorista?
¿Y si el carro que la transporta pierde los frenos en la curva?
Como usted puede ver, existen incontables “y si…”. Eso es así porque en realidad nosotros no tenemos el control de la mayoría de las cosas que suceden a nuestro alrededor. La única razón por la que sobrevivimos a tantas incertidumbres sin entrar en pánico es debido a la fe que existe dentro de cada uno. Y no me refiero a la fe en Dios, sino a la fe natural que todos tienen, incluso los ateos.
Por lo tanto, la única garantía que tenemos es la fe. Si aún los ateos logran vencer sus miedos sólo con la fe natural, ¿qué diremos de los que tienen la fe en Dios también?
Amiga, si usted busca garantías fuera de la fe de que todo le va a salir bien, usted nunca va a hacer nada, porque esas garantías no existen. Pero la fe, especialmente la fe en Dios, nos garantiza que si enfrentamos nuestros miedos y funciona, será bueno para nosotros. Y si no funciona, también será bueno. Para los que viven esa fe, no hay pérdidas — sólo contratiempos temporales.
Y acuérdese: Si usted lo intenta, puede que le salga mal. Pero si no lo intenta, es seguro que no va a lograr nada.
¿Qué prefiere usted?
Obispo Renato Cardoso

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