Salve su matrimonio

Compañerismo, felicidad, amistad sincera, abrazos, caricias y promesas de amor eterno. Sería muy bueno si todos los matrimonios fuesen así, pero, algunas relaciones problemáticas, marcadas por discusiones, llenas de altibajos. Y cuando los dos se dan cuenta, la relación ya llego al fin. Pero, ¿qué debería hacerse para que la base del matrimonio sea reconstruida y para que el respeto y los valores sean una vez más sembrados y los dos empiecen a llevarse bien de verdad.

"El matrimonio es difícil, pero el divorcio es mucho peor. Así que, haga lo posible para salvar su matrimonio. Vea lo que es necesario cambiar y cuáles son las mejores formas de preservar su unión. No desista antes de aprender a resolver la situación", enseña el obispo Renato Cardoso. Según él, muchos desacuerdos se producen porque uno espera mucho del otro y cuando no es correspondido, se queda enojado, ofendido y decepcionado.

El obispo también señala que, muchas veces, después de numerosas discusiones y exigencias, aquel que se está sintiendo incomodo y triste quiero dar un basta e imagina que comprar el amor seria una forma inteligente de minimizar los desacuerdos entre los dos. Pero eso de nada sirve. "Si las crisis no son realmente conversadas con calma y resueltas, usar artificios financieros y gastar dinero en viajes, flores o ropa en un intento de aliviar la causa real del problema no funcionara".

También señala que, a pesar de todos los obstáculos que están siendo colocados en la vida de la pareja, uno no debe ser nunca humillado por el amor del otro, porque cuando esto sucede, uno le da poder al otro, lo que puede generar problemas en el futuro. Por eso, valorícese. Sea franco, intente conversar y trate de exponer lo que le molesta. También pida ayuda para cambiar lo que usted necesita. "En el matrimonio, uno tiene que aprender con el otro".

Lo que vale intentar

Después de cinco años de matrimonio, la ama de casa Emanuelle Freitas comenzó a ver su matrimonio desmoronarse. "Él venía cansado del trabajo y llegaba a casa nervioso, sólo recibía groserías de él. El tiempo fue pasando y empecé a contestar, porque pensé que era la mejor manera de que él se diera cuenta cuánto era verbalmente agresivo conmigo. Pero, sólo empeoraba la situación".

De acuerdo con Emanuelle, lo que ayudó a la relación fue una conversación sincera entre la pareja, para que pudiesen ver lo que necesitaban cambiar para volverse a llevar bien. "Él estuvo de acuerdo en que la convivencia era difícil y que los dos estaban cometiendo errores. Ahora, siempre estamos agradando el uno al otro y aprendimos a convivir en armonía. Me doy cuenta que nuestra actitud fue a tiempo. Tengo amigas que no pudieron salvar su matrimonio”.