martes, 24 de enero de 2012

Parece complicado, pero no lo es

La relación entre dos personas no es tan complicada como parece o cómo muchos quieren mostrar. No podemos negar que existe una fuerza negativo trabajando para que las parejas desistan de su relación e intenten con una y con otra hasta que llegan a una conclusión, no creo más en la vida a dos, el matrimonio es una utopía.

Cuando un hombre se une a una mujer empieza una nueva familia y cuando una pareja se separa es una familia más destruida. La separación no debe ser la primera opción a la que se deba recurrir, al contrario debe ser ignorada hasta agotar todos los recursos y aún así, siempre hay algo más por hacer en el intento de solucionar el problema sin necesidad de dividir a la familia.

Las personas que un día eligieron la separación como salida en una crisis decretada por ambos, debe buscar al máximo no usar el mismo recurso en otra ocasión. No había más vino en las bodas en que Jesús asistió a las personas responsables no sabían qué hacer. Entonces Jesús convirtió el agua en vino, realizó un milagro en una boda.

En un matrimonio puede haber muchas peleas, discusiones que pueden hasta convertirse en ofensas, colocando el carácter de la otra persona en tela de juicio. Así como el agua no tiene sabor, ni olor, así están muchos matrimonios, pero, si recurrimos al Señor Jesús como lo hicieron los responsables de la boda, no solamente salvaremos un matrimonio, sino también Dios le dará sabor y la alegría a esta unión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario